¿Sabéis cuánto cuesta la freidora de aire parlante más barata que he visto? 220 euros. Un microondas que habla y tiene sus botones en relieve, 590 euros. Que sí, que luego están muy bien porque son inteligentes, se conectan a la wi-fi de tu casa, los programas para que te hagan la comida a una hora, tienen programas para verduras, carne, pollo y pescado, temporizador para apagarse no sé cuándo... oye, ¿y si no quiero nada de eso porque me conformo con menos?
Me tengo que joder y comulgar con ruedas de molino, porque alguien ha pensado que es buena idea que el microondas barato tenga botones táctiles sin relieve en lugar de un par de ruletas con muescas. En el mejor de los casos, puedo adaptarlo con algún invento. En muy raras ocasiones, es posible encontrar un modelo con controles físicos.