Rellenar el atributo value desde el inspector no parece servir de mucho, ya que se vacía otra vez. La ley tampoco está de mi parte: el European Accessibility Act, tan aclamado estos meses, no aplica a operadores de telefonía. El Real Decreto 193/2023 no entra en vigor hasta el 1 de enero de 2030. Estoy ante una web inaccesible, y no tengo herramientas legales para quejarme.
Antes de dejarme llevar por la desesperación y tirar la toalla, decido mirar más allá del input del teléfono. Me encuentro una lista. Mi número está ahí, debo pulsarlo para elegirlo y terminar de rellenar el campo. Pero el elemento de lista tenía un aria-hidden="true". Borrado el atributo y rellenado el campo, tengo el pedido listo! Ahora va la segunda parte: la firma.
La firma ha estado muy bien, la verdad. He metido mi DNI y he marcado una casilla. Después se me han presentado 3 documentos en forma de controles no interactivos y con el contenido no accesible, así que no he leído nada. Sé que uno tenía 6 páginas, otro 25 y otro 2, y hasta he visto sus nombres. Pero el botón para firmar funcionaba, que es lo que cuenta. A lo mejor he accedido a que me saquen los órganos o algo, pero qué más da. ¡Misión cumplida!